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sábado


ENTREVISTA A PIERGIORGIO ODIFREDDI
Mi 'pequeña batalla' contra la fe religiosa

-En una sociedad moderna como la italiana, que tolera el aborto y el divorcio, ¿en qué re­side el peligro de la influencia católica que usted denuncia? -A pesar de que sólo el 30% de los bautizados se declara practicante, se aprecia en el factor edilicio, por­que 1 de cada 5 edificios en Italia son propiedad de la Iglesia o de entidades eclesiásticas. En Roma, por obvios motivos, la proporción es de 1 cada 4. Estas cifras deno­tan un poder económico ¡enorme! Además, tiene una presencia po­lítica muy fuerte, que sirvió por ejemplo, para poner en jaque a Romano Prodi en determinado momento y para echar por tierra el debate sobre fertilización asis­tida. ¡Llamaron a no votar! Por último, todos, TODOS los días en los principales diarios italianos y en las cadenas más importantes de televisión llega la opinión del Papa, sin contar –claro– aquellos medios que son directamente de su propiedad. Enfervorizado, la diatriba acaba de comenzar y ahora las críticas caen en la figura de Walter Veltro­ni, ex alcalde de Roma y fugaz es­peranza de cambio que sucumbió ante el carisma controversial de Silvio Berlusconi en las pasadas elecciones generales de abril. Se­ducido por un instante, Odifreddi abandonó a Veltroni cuando notó que jamás lo convencería de librar una cruzada para recortar el poder de la Iglesia desde el Parlamento. "En Italia no hay parlamentarios que hagan suya la consigna del Es­tado laico, nadie lleva propuestas al respecto", se lamenta. -¿Desde dónde se combinan su oficio como lógico matemático y la religión católica? -Sucede que la lógica, en gran parte, es la heredada de aquella que imperó en el Medioevo. La escolástica intentaba plasmar una teología natural, demostrar "científicamente" la existencia de Dios, arribar a una idea abstracta de un creador como "causa prime­ra" y "último fin". Hay entonces, sin ninguna duda, una relación entre las matemáticas abstractas y ciertas nociones abstractas que se tienen de la divinidad, pero na­da más. El cristianismo no tiene nada que ver con las matemáticas ni con la ciencia. Mi libro es una lectura racional de la Biblia, donde digo que lo mejor para no creer es justamente leer la Biblia. Si uno la leyera de manera racional, de la misma forma que lo haría con cualquier otro libro, no resistiría el menor análisis -Pero sí hay cierta numerología fundamental en la doctrina cris­tiana y una clara presencia de la filosofía griega en la teología católica... -Son dos cosas distintas, pero la numerología es a las matemáticas lo que la alquimia a la química y lo que la astrología a la astrono­mía. Son versiones inferiores de la ciencia. De todos modos, sí es cierto que la filosofía griega está claramente insertada adrede en la teología cristiana. No obstante, esa operación es lo mismo que tratar de combinar dos cosas que no tie­nen que ver entre sí, que están in­trínsecamente separadas. De cual­ quier manera, la influencia preso­crática, platónica y aristotélica no está en los textos sagrados, con la excepción del inicio del Evangelio de San Juan que dice "que el prin­cipio es el logos, etc.". Es el único pasaje de la Biblia en el que hay una referencia al pensamiento griego. Es una construcción inte­lectual tan insostenible que si re­aparecieran Jesús y los discípulos negarían cualquier relación y no entenderían de qué se habla. Ellos eran pobres pescadores, analfa­betos, imagínense ir a contarles todos estos supuestos teóricos, construcciones. Ellos también se­rían quemados por herejes... "La educación, la televisión, los dibujos animados que ven los chicos, los clásicos literarios –Harry Potter y, por último, la religión, que también forma parte de este mundo mitológico son exactamente lo contrario del mundo REAL. Todo el tiempo co­rremos el peligro de convertirnos en esquizofrénicos. Nos enseñan mitos, historias, cosas que no existen y nada de lo que hay en verdad". "La literatura y la imaginación pueden convivir con la ciencia. Pero son como las especias, sirven para dar gusto, pero no sustituyen la comida que, por otra parte, sin ellas sería insí­pida". -A la religión y "la mitología" que se enseña en las aulas us­ted contrapone las matemáticas. ¿Por qué a los chicos de todo el mundo cada vez les cuesta más? -Hay un motivo muy preciso. Ahora lo sabemos, porque cono­cemos mejor las funciones del ce­rebro y los "tipos de inteligencia". Howard Gardner, que enseña psi­cología en Harvard, describe que la primera aptitud que se genera en el individuo es la música, y la última, de hecho son las matemá­ticas y la lógica: el razonamiento abstracto, al que se llega recién a los 13, 14 años. Por esa razón y el modo en que se enseña en el co­legio, construyen esa resistencia. Hay que repensar los métodos y programas de enseñanza y mos­trarla donde existe: en el arte, en la naturaleza, de manera indolora. -Hablando de aprendizaje, ¿no es acaso la fe un cierto nivel del conocimiento (usted dirá que es el más bajo), pero un saber al fin? -La fe religiosa es creer en algo que no se puede saber. La religión es el típico prisma infantil para explicar el mundo, uno finalmen­te llega a la edad de la razón, pero otros no logran nunca desarrollar esa aptitud. "Yo no soy optimista, me parece que el mun­do va en otro sentido, la mitología y su presencia en los medios son un ejemplo. Mi libro es mi peque­ña fuerza en la batalla a favor de la gente, de la realidad, pero mi rival –la religión– está ahí desde hace demasiado".